Y es que al final, todos son iguales

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Luego de mucho tiempo escuchando que todos los hombres son iguales, he confirmado mi teoría de que no, no todos los hombres lo son, es más, son muy diferentes entre ellos. Basta leerlos en Twitter, Facebook, interactuar con los amigos, salir con ellos, para darse cuenta que existen muchos tipos de hombres. Como hombres pues tienen sus rasgos comunes así como nosotras, cosas de género que le llaman, pero iguales, no son.

Casi la mayoría de mis amigos son hombres y en mi familia, estoy rodeada por ellos, somos pocas féminas. En este post trataré de diversificarlos y voltear un poco los papeles por si alguna chica se topa con uno que le guste y decida tratar de conquistarlo.

Hay tantos tipos de hombres como bombones en una caja surtida. Los primeros son los intelectuales, son esos chicos que tratan de explicártelo todo. Se lanzan unas teorías sobre la relatividad mejor que el mismísimo Einstein, para todo, ellos saben el porqué, han leído libros, saben de deportes, economía, política. Son fáciles de reconocer porque dicen cosas como “Yo leí una vez en una enciclopedia que las partículas subatómicas se descomponen de esa manera  porque los rayos gamma electrocutan sus partes”. Una no entendió ni papa, pero que adorable. Particularmente a mí me encantan estos, me dejan fascinada con tanto saber pues me gustan los retos intelectuales. Si te gusta uno así, no sé, quizás sea bueno que te leas al menos algunas notas de la Patilla a ver si puedes seguirle el ritmo. Si eres farandi, corre, a ellos no les gusta ser utilizados. Es más, muy probablemente no seas objeto de atención para un hombre así. Si también eres intelectual, estás hecha, ambos podrán cantar ¡BINGO¡

sheldon

Contrarios a ellos, están los pantalleros. Son estos tipos que le gusta ufanarse de todo, nacieron para maravillar a cuanta persona se les acerque. Muestran sus teléfonos inteligentes que valga decir piensan mejor que ellos mismos, con orgullo. Les encantan tener carros con esos rines raros y contarte lo que hace tal o cual cosa que compraron y es fenomenal. Son los propios attention whorse. Un pantallero es el que te dice “Hola baby, quieres venir a pasear conmigo y ver lo que hace mi nuevo GPS, lo compré hace dos semanas en Miami”. Son tan, pues tan ellos.  Como para cada quien hay un cada cual, si te gusta un pantallero, es facilito, abre la boca como tarada cada vez que el tipo hable y lo tendrás a tus pies. Así te muestre una moto Vespa, tú te maravillas.

Parecidos a los pantalleros están los chicos de gimnasio. Los Jhonny Bravo que te muestran el poder de sus bíceps y la batea que tienen de abdomen. Todo es comer sano, subir al Ávila y tomar mucha agua. Hablan en términos de rutinas, pesas y cachapa no es la que uno le pone queso de mano si no una rueda grandota con la que entrenan su cuerpo. No saben de más nada que de ellos, son medio narcisos y una verdadera oda al aburrimiento. Es normal escucharlos decir “Mira nena, me subió un centímetro el bíceps”, mientras lo aprieta para que admires sus formas.   Si te gusta uno así, amiga, a comprarse ropita de lycra y a entrenar muy duro. Hazte la débil, les encanta rescatar doncellas en apuros.

JB

Hay unos hombres que me parecen muy graciosos y que llamaré “romanticones de oficio”. Son esos tipos que se la pasan hablando en rima, diciendo lo bella que eres, te regalan la luna, te glorifican las pecas, te susurran lo bien que luce tu espalda y no lo veo mal pero si preguntas “¿Quieres ir al cine?” Y te responden todo el tiempo: “Contigo iría hasta el final de cada estrella”, miren, no sé, es como aburrido. Pero habrá mujeres que les encante la miel en galones, y ante un hombre así, mejor dejarse llenar de rosas y compartir los versos más sublimes cada noche.

También tenemos a los haters. Estos chicos lo odian todo, las modas, los modismos, las tendencias, a Ricardo Arjona (bueno, a ese lo odiamos todos) son enemigos a muerte de cualquier cosa que sea medio cursi, rosada, tienen ese humor negro y pesado, critican todo por todo, no dan tregua, el sarcasmo es su mejor arma. A veces son inteligentes, otras, no piensan demasiado, pues algunos, increíblemente son haters por moda. Estos panas son muy inseguros y si te gusta uno así, bueno, si te gusta uno así suerte, porque tips de conquista, no me sale ninguno.

Contrario al hater está el payasito de Stand Comedy. Se ríen por todo, hacen reír por cualquier cosa. Les encanta figurar por sus chistes u ocurrencias. Son eso que ahora llamamos “troll”. Es el alma de la fiesta, todos le piden un chiste. Pero hey, cuidado, cuando se molestan son terribles y crueles. No me parecen tan mala nota, al contrario, son bastante tratables. A ellos se les conquista con un poco de amargura pues siempre querrán ser el que te saque una sonrisa. Los chistosos son buena gente pero a veces obstinan con tanta falta de seriedad. Un payasito de estos (no lo digo de forma despectiva) es el que te vive pescando para transformar tus frases en doble sentido y todo lo responde con un “Ayyyyy, jajajajaja, ya sé quién te rellena pan canilla” Y una, pone su mejor cara de WTF. ¿Conquistarlo? Bueno, supongo que reglándole un libro de chistes de Jaimito para que no repita tanto.

Están los babosos, los sadicones, los “pasados”, todos teniendo en común ser bastante fastidiosos  y grotescos en sus comentarios. Son acosadores por excelencia, difunden su pin, wathsapp, cualquier página web que posean, te lanzan piropos espantosos, siempre están pendientes de tus avatares y te dicen: “Hola preciosa, me das tu pin para que hablamos más íntimamente”. Y bueno, esos ahuyentan más que atraer, pero debe ser fácil conquistarlos pues deben sustituir sus muñecas inflables por alguna de carne y hueso.

PE

No podían faltar los meros machos. Hechos con testosterona de los pies a la cabeza. Se meten en líos, hablan en tono amenazante, te miran como un águila a su presa, pelean por todo. Se creen de verdad la tapa del frasco pues que pudieran hacer sin ellos, si es que ellos lo saben todo. Son más machos que los intelectuales, más haters, más graciosos, más románticos, más pantalleros. ¿Se acuerdan de Gastón, el de la Bella y la Bestia? Bueno, ese es un mero macho. Niñas ni lo sueñen, a ellos no se les conquista, ellos van, escogen y toman a su presa. No se discute con un mero macho, son amantes de las mujeres florero.

gastón

Y también hay hombres florero. Son esos que una mujer le saca hasta el mercado de la mejor amiga. Las chicas los usan para que las lleven a comprar y paguen, claro está. No pueden hablar, eso está prohibido, solo complacer y no sexualmente porque los floreros no tienen sexo. Solo son compañía. Deben sonreír pero no ser muy simpáticos, les encanta que los traten mal y pobres, aunque sueñan con pasar la raya amarilla, nunca verán la luz al final del túnel pues caen en manos de arpías que siempre lo mantendrán adornando la friendzone. Se conquistan con palabras bonitas y alimentando esperanzas. Hombres que me leen, pilas, no caigan, quiéranse.

Finalmente quiero nombrar a un submundo de hombres, y quizás ofenda a otros por meterlos acá pero, existen y son heterosexuales hasta donde se sabe. Estos son los metrosexuales y su evolucionada versión de Princesos. Los primeros son aquellos que se cuidan excesivamente, no me parece mal de verdad, aunque eso de compartir mis artículos de belleza es algo que no tengo mucho en mente.

Ahora bien, eso de los princesos, me explotó el diccionario del Word pues no reconoció la palabra. Un princeso es un poeta que se toma fotos frente al espejo haciendo la boca de pato. Compite con la farandi en ver quien come más sushi, usa colores chillones para vestir y pareciera que le gusta mucho el Romeo’s Style, saben, el que era vocalista de Aventura. Es más, Romeo fue el primer princeso. Si quieres un novio así, con el cual compartir más que momentos, regálale al chico en cuestión una plancha babyliss titanium con un kit de cremas faciales.

Concluyo diciendo que el hombre perfecto no existe. Lo ideal es que ellos fueran de todo un poco menos princesos, obviamente. Bueno, eso desde mis gustos. Lo chévere es que para todas hay y mejor conocerlos y quererlos como son, porque ellos también tienen su corazoncito. Al final mis queridas lectoras y queridos lectoros… La vida es como un mercado popular, muchas opciones a disposición, simplemente pase y ¡meta la mano! y sino le gusta lo que consiguió vuelva a pasar.

Y realmente, si, todos son iguales: todos son hombres! Con gustos distintos, pero hombres al fin. Encantadores, amorosos desde cada estilo, nos apoyan y nos ayudan con esas cosas como destapar baños, cambiar cauchos, siempre nos cuidan, están pendientes de complacernos, nos llevan, nos traen y lo mejor, de verdad, nos soportan. Ellos saben que no nos entienden a veces pero nos abrazan y nos consuelan, salen corriendo a comprar chocolates cuando tenemos SPM y nos consienten. Este post quise hacerlo con algo de humor pues a veces da un poco de gracia eso de ser hombre y mujer, sin embargo respeto mucho a los chicos, es admirable su capacidad de amar y comprender a una mujer.
Y bueno niñas, a darnos colirio, porque llueven hombres… ¡Aleluya!

Acerca de honeydry

Soy sólo una chica que vino a contarles su historia sin tapujos... Mi motivo principal es crecer, disfrutar la vida y sonreír ante todo... Para mí, una sonrisa es el mejor maquillaje en el rostro de un a mujer... @Honeydry Literalmente: MielSeca

Un comentario »

  1. ¡muy buena definición!

    Te faltaron los geeks, esos que viven con sus padres y no saben como aceptar o realizar un cortejo con una fémina. De esos en el presente hay bastantes. Viendo tu descripción creo que caigo en el primer grupo de los científicos por naturaleza.

    Y si en eso tienes mucha razón: enamorarme de una mujer con la que pueda hablar todos los días, conversar, comentarle cosas y que tenga un mínimo de interés es más importante que su factura física, y de que tan grande tenga sus glándulas mamarias (o que tanto sepa del arte de amar)

    Siempre lo he dicho «¿De qué me sirve una hembrota que sea una ‘cosa rica mamacita’, si no puedo hablarle de lo que me pasa en el día? adicionalmente, ¿Y cuándo sea viejo y la belleza se acabe?¿De qué hablaremos?»

    Zape. dejame con mi vecina del piso 5 rellenita pero adorable que con una modelo de revista o televisión.

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